Definitivamente el español se ha convertido en uno de los artistas más queridos durante estos últimos años y en cada una de sus presentaciones podemos notar lo feliz que es visitando nuestro país y lo feliz que hace a cada uno de sus seguidores con conciertos llenos de mucha energía como el pasado viernes que no fue la excepción.

Con casi dos horas de espectáculo y veinticinco temas interpretados se pudo vivir una noche completamente divertida, llena de vitalidad y baile. La canción que se encargó de dar el banderazo de inicio fue ‘Ciclo lunar’, siguiendo por ‘Hale Bopp’, ‘Sebastian Bach’, ‘Chocolate y nata’, ‘Todo estaba bien’ e Isla Morenita’ tema en el que el músico tomó un descanso para agradecer a su público y comentar sobre su experiencia en México y lo que ha aprendido. Y así seguir la velada con ‘Ahorita’ y aprovechar para presentar a su gran cómplice Marco Mares en ‘Semitransparente’ convirtiendo en un momento memorable, para después interpretar ‘Soñé contigo’, ‘Miss Honolulu’, ‘Amor Papaya’ tema que fue interpretado a todo pulmón; las sorpresas no paraban y así fue como Melissa Robles salió para acompañar a Sadness en ‘La Costa Breve’, siguiendo de ‘Adiós a los Dinosaurios’.

La conexión eufórica entre el público y el musico se notaba, y de manera divertida Carlos hizo una divertida referencia a su compatriota Rosalía con ‘chico, ¿qué dices?‘ para hacer sonar los acordes de ‘Tuchico’ y seguir con ‘Física moderna’ otro de los momentos de gran locura, ‘Pompeia’, ‘Perseide’, ‘Kandinski’, ‘Bikini’, ‘El día que volviste a la tierra’. Se sentía como poco a poco ya estaba por concluir la velada, pero eso no importó para seguirla pasando bien, mientras tanto Melissa reapareció en escena para darle voz a ‘Días impares’ y poco a poco ir bajando las revoluciones para el gran cierre con ‘Aloha’, ‘Te quiero un poco’, ‘Monteperdido’ y ‘Que electricidad’.

Un concierto lleno de emociones a flor de piel, en el que se hizo vibrar el Metropolitan, pero sobre todo en el que se hizo completamente felices a los que pudieron presenciar tan agradable festejo.