Finalmente los festivales masivos volvieron a la Ciudad de México con la realización de la edición número 11 del festival Corona Capital.

 

Entre polémica y discusión sobre si era acierto o error la reanudación de los festivales musicales en la capital del país, lo cierto es que nadie aquí rompió alguna ley, pues el festival tuvo la autorización por parte el gobierno de la ciudad, quien es el encargado de la metodología y lineamientos sanitarios. Por lo que a los amantes de la música solo les quedaba acatar medidas y disfrutar de regresar a algo por lo que esperaron más de año y medio.

 

Así sucedió, llego el fin de semana del 20 y 21 de noviembre y el Autódromo lucía tan bien como lo recordábamos. Una impecable curva 4 que muy pronto cerca de la una de la tarde del sábado comenzó a recibir con certificado de vacunación y cubrebocas  a los primeros asistentes de esta peculiar edición de reencuentro, y que poco a poco se fue enrareciendo hasta llegar a un punto de incertidumbre comparable a la de aquel Vive Latino 2021, evento realizado horas antes de declararse la pandemia nacional.

 

Apenas horas antes se había anunciado la cancelación de St. Vincent y The Kooks, algo que mermó de manera importante el ánimo del público, pues se trataban de headliners. Sin embargo, el festival en esta ocasión apostó por una programación artística impregnada de herencia latina y cargada de talento juvenil en tendencia que ha visto crecer sus seguidores gracias a la vitalización en redes sociales, lo que les aseguraba tener garantía de cierto grado de éxito.

 

Las actividades del primer día comenzaron entonces con grandes actuaciones de Boy Pablo y Alfie Templeman en el escenario Bosque y Doritos respectivamente; más tarde la finura y delicadeza de Elliot Moss contrastando con el Pop Punk de All Time Low lograron tener buena respuesta en el escenario Corona, sumándose al sorprendente show que estaba dando Bleachers antes de que Cheap Trick hiciera su gran aparición para recordar viejas épocas.

 

Desde aquí la tarde - noche entró en terreno hostil y de incertidumbre, pues mientras la inmensa mayoría de los presentes esperaban con un evidente enojo ante el retraso de LP, aparecía un mensaje en las pantallas que anunciaba la abrupta cancelación de Disclosure, lo que obligó a romper una vez más con los horarios ya de por sí bastante retocados, teniendo que incluir de último momento la participación de Cuco para salvar el escenario Corona Cero.

 

Al final de esta primera noche y en medio de una insistente lluvia, LP se presentó con el pasional show que la caracteriza, teniendo el éxito que cualquiera había pronosticado y dejando la temperatura lo suficientemente alta para recibir a Tame Impala, quien con Kevin Parker al mando deleitó visual y sonoramente por más de hora y media a una buena parte de público que decidió esperar por ellos ya de mejor humor, pues los que tenían boleto solo del sábado podrían entrar gratis el siguiente día debido a las molestias provocadas, aseguró el propio festival a manera de disculpa.

 

Ya para el domingo, evidentemente se notó desde el principio el incremento de asistencia, y talentos como Gaia, Alaina Castillo y Lightning Seeds fueron un buen preámbulo para comenzar con lo mas fuerte de la tarde: The Whitest Boy Alive, recibidos con tremenda ovación y canción de cumpleaños para Erlend Øye, danfo así una de las mejores actuaciones del evento. Posteriormente la alegría continuaba en escenarios como la carpa Vive Aerobús con Ela Minus y después con la elegancia y finura de Aurora en el principal, para que cerca de las siete de la tarde, The Bravery reapareciera en vivo para revivir sus viejas glorias, aunque tal vez se quedaron cortos en poder de convocatoria y empatía considerando su larga ausencia.

 

La noche llegaba y con ello la legión  de seguidores de Twenty One Pilots comenzaba a inundar el autódromo; todos ellos emulando los mejores outfits del dueto. Pero antes, Royal Blood, por primera vez en México debutaba con el pie derecho, calentanfo al máximo el escenario y dejando satisfechos a todos quienes llevaban esperando por ellos desde hace tiempo, quedando todo listo para la presentación estelar de Tyler y Josh de Twenty One Pilots, quienes entre sus grandes éxitos como Stressed Out y Jumpsuit, covers a Elton John y un guiño a Los Ángeles Azules deleitaron a sus más fervientes fanáticos, dando un digno cierre al festival.

 

Es así que el Corona Capital volvió con una edición cautelosa pero arriesgada al mismo tiempo, la cual estuvo expuesta en todo momento a las pruebas de acierto y error durante ambos días y salió adelante. Ciertamente no ha sido el mejor platillo musical que nos han dado, pero las condiciones hacían imposible que algo mejor sucediera, lo importante al final era la ya necesaria reactivación festivalera del país de cara al año 2022, el cual ya desde ahorita pinta muy bien y seguramente el Corona Capital será nuevamente el protagonista de la agenda.