El Simi Fest va por muy buen camino para convertirse en uno de los grandes festivales de la CDMX.

La oferta de festivales capitalinos se ha refrescado desde el año pasado con la incursión del Simi Fest, que, quién lo hubiera dicho, fue creado sin querer por un fan anónimo que, en un Corona Capital, tuvo la ocurrencia de aventar un Dr. Simi a la artista Aurora. Sin embargo, ha sido en este 2025, en la segunda edición de este todavía incipiente festival, cuando al mudarse al Autódromo Hermanos Rodríguez cobró mayor relevancia e interés por parte del público, que ya no solo asistió por la curiosidad de ver a las decenas de conocidas botargas bailarinas hacer lo suyo, sino también por una oferta bastante seria en el line up.

Y es que sí, evidentemente el atractivo y objetivo principales son las causas sociales y ecológicas, por medio de campañas como la fábrica de simis y las bombas de vida, además de ver los bailes y disfraces de los simis. Pero esto bien enmarcado por un cartel de 16 propuestas que, por sí solas, ya doblaban la oferta musical de su primera edición, y que apostó por artistas que armonizaran con las buenas vibras y el ambiente familiar, de paz y diversión que el Simi Fest pretende mantener como estandarte musical.

El Simi Fest se realizó en la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez, un espacio bastante conocido por la comunidad festivalera. Este festival demostró cómo puede diferenciarse del resto de eventos que ahí se realizan, a pesar de ser en formato reducido, pues prácticamente solo ocupa el espacio de la Puerta 15 a la Curva 4. El lugar fue totalmente aprovechado con sus dos escenarios y las decoraciones tematizadas, obviamente con las marcas de la farmacia, y como ya dijimos, una botarga bailarina en cada rincón. Esto hizo que la experiencia fuera bastante agradable y cómoda para los miles de adultos y niños que se tomaban fotos con los simis durante su recorrido.

Los muñecos de peluche estaban en el aire y, por supuesto, llegaban a los distintos escenarios. Cada artista se llevó el suyo y correspondió, en el poco tiempo que tenía, emocionando a su público. Simpson Ahuevo fue el primero en juntar una gran cantidad de fans para corear cada uno de sus temas y marcar la diversidad de géneros. Caloncho también fue uno de los actos que más llamaron la atención: cerca de las cinco de la tarde, con un sol ocultándose y su música playera optimista, dejó claro lo que significa el Simi Fest. Más tarde haría lo propio el musicazo Leon Bridges, quien con un soul bailable y por momentos un folk más sentimental nos dio un banquete audiovisual que no lo vemos mucho en otros festivals del país.

Un festival que, de principio a fin, no tuvo desperdicio. Si bien se esforzó por contar con una organización impecable, solo tuvo el detalle de que su segundo escenario presentó algunas fallas en ciertos sets, sobre todo en el del DJ Darius, lo cual no afectó la fiesta que armó el francés. Ya por la noche, con Maribou State, el acto final de este escenario, las fallas terminaron por retrasarlos más de media hora y, en consecuencia, debieron recortar su participación para ajustarse a la salida de Empire of The Sun a las 11 de la noche con el que Luke Steele ofreció un show enérgico, participativo con la audiencia y muy comprometido con la esencia del festival y con la figura del Dr. Simi, a quien no dejó de agradecer y saludar. Un espectáculo hipnótico que, para los cerca de 20 mil asistentes, fue un verdadero lujo presenciar y que ahora deja la vara alta para una muy segura tercera edición en 2026.