Finalmente pudimos ver a Guns N' Roses en todo su esplendor en la Ciudad de México, con un espectacular show en solitario que hizo retumbar el Estadio GNP.

La noche del sábado 9 de noviembre quedó grabada como la fecha en que Axl Rose, Duff McKagan, Slash y los demás miembros de la actual alineación de la agrupación californiana regresaron a la capital, esta vez en un momento físico y sonoro mucho más sólido. Se nota el tiempo que llevan tocando juntos, lo que les ha permitido ajustar varios detalles del show en vivo desde que se reencontraron, y más aún ahora que venían con una gran inercia tras una extensa gira que, por cierto, concluyó con este concierto. La banda retomará actividades hasta 2026, año en el que ya tienen programada otra buena tanda de presentaciones, incluida su participación confirmada en el Festival Pa’l Norte de Monterrey.

La noche comenzó con Public Enemy, encargados de encender el ambiente ante un estadio que, hasta ese momento, se encontraba a la mitad de su capacidad. Con su característico estilo hip hop, lograron animar al público mientras avanzaba el reloj. Fue hasta las 9:30 de la noche, media hora después de lo indicado en los boletos, cuando la espera, que se hizo eterna entre silbidos y la clásica ola, llegó a su fin. Los gritos de euforia y los aplausos marcaron la salida de la banda al escenario para arrancar, como es costumbre, con un cañonazo: “Welcome to the Jungle”.

Durante casi tres horas, Guns N’ Roses ofreció un recorrido por sus himnos más representativos, que no solo emocionaron a los veteranos del rock, sino también a cientos de niños que los veían por primera vez. El repertorio incluyó temas como It’s So Easy, Live and Let Die, Knockin’ on Heaven’s Door, Patience, Don’t Cry, Sweet Child o’ Mine, November Rain y un cierre glorioso con Paradise City.

Fue una noche que llevó a 65 mil almas a tocar las puertas del cielo. Una noche de noviembre sin frío ni lluvia, pero con lágrimas de felicidad y mucho calor humano. Se vivió una conexión genuina entre la banda y el público: los épicos solos de Slash, los saludos y agradecimientos en español de Axl Rose, y una energía que se sintió en cada rincón del recinto. En total, 29 canciones que nos llevaron de la furia al llanto, de hacer temblar el estadio a iluminarlo con miles de luces de celulares, magnificando lo que todos estábamos presenciando sobre el escenario. Sin duda, los Guns N’ Roses saben que siempre serán bienvenidos a esta jungla llamada CDMX.