La banda escocesa Travis se reencontró con sus seguidores capitalinos y les dio una gran velada.

Aunque han venido en distintas ocasiones, la verdad es que tener a Travis en México no es tan común, por ello la expectativa era alta en este regreso a la ciudad, para lo cual el venue elegido fue el Velódromo Olímpico, un recinto histórico que hasta hoy ha comenzado a fungir como sede de conciertos gracias a la productora Zepeda Bros, y del que se mantenían algunas incógnitas respecto a comodidad y acústica para un show tan importante de estas características que requieren producción de primer nivel, siendo al final todas ellas bien resueltas, pues no hubo ningún inconveniente, Travis sonó increíble.

Ya desde las seis de la tarde del sábado 8 de octubre, a un costado del metro Velódromo las filas en "s" eran larguísimas pero con buen orden, comenzando a ingresar los asistentes a partir de las 6:30 y hasta las ocho de la noche, momento exacto en que Fran Healy, Andy Dunlop, Dougie Payne y Neil Primrose aparecieron sobre el escenario entre gritos y pancartas con mensajes de amor de sus fans más apasionados para comenzar a interpretar 'Sing', todo un clásico del álbum The Invisible Band, el cual era el protagonista de la noche por estarse aún celebrando 20 años de su lanzamiento.

A partir de aquí, un extenso setlist que incluyó 22 canciones con dos encores, deleitó por casi dos horas a las seis mil personas con boleto pagado que se dieron cita esa noche pra disfrutar de este exquisito y elegante britpop que por supuesto mantuvo los coros de la multitud en lo más alto, sobre todo con esas canciones que no pueden faltar como Flowers in the Window, Follow the Light,  Closer y Why Does It Always In Rain On Me?, la cual cerró la emotiva fiesta antes de despedirse con un último encore entre agradecimientos y sonrisas por parte de Fran Healy y compañía, totalmente correspondidos con esos miles de aplausos de quienes hoy tuvieron una noche inolvidable.