Primavera en Vaivén: El lado positivo de la vida
08:02
Festival Vaivén celebró su quinta edición el sábado pasado en Jardínes de México, un santuario que respira e inyecta energía, provocando una sinergia entre espacio, artistas y asistentes, con grandes personalidades de fama internacional y nacional, con The Chainsmokers, Disclosure, Breakbot y Chvrches como headliners, quienes nos compartieron su alma en el escenario, haciéndonos corear y mover las caderas al vaivén de los compases.
Alrededor de las 11am, los asistentes más entusiasmados comenzaron a llegar al venue, dirigiéndose a la zona de camping para apartar su lugar. Todos iban frescos, siendo suavemente abrazados por un sol que más tarde ardería como la misma pista de baile.
Chicas con sombreros, shorts, faldas cortas y piernas hermosas desfilaban para encontrarse con los escenarios principales (Vaivén, Budlight, Claro Música) y con el laberinto de jardines temáticos que albergaron las Residencias Vaivén, las cuales dan a conocer la propuesta de la escena musical actual en México.
La inauguración del escenario Vaivén la tuvo Rubytates, una banda que nos muestra que en Toluca también se hacen bien las cosas, con una mezcla de rock, pop y una actitud bien decidida sobre el escenario que les ha sido clave para sobresalir.
Entre risas y cientos de personas que se iban agregando a la multitud, tomándose la mejor foto, disfrutando de las piezas de arte, y de la compañía entre amigos que comparten la misma consciencia ecológica y musical, continúo el espectáculo con Los Walters en el Claro Música, una agrupación que conectó con su lado más sensible con su nuevo sencillo “Al revés”. Y yendo por ese camino dotado de emotividad, el encuentro con Camilo VII era esperado por muchos, algo que se dejó ver en cuanto salió, pues todos lucían emocionados, la mayoría de verlos por primera vez. El ambiente era de complicidad, entre parejas abrazándose y tragos largos a una cerveza que no distraía mucho del calor.
El girl power tuvo exponentes con gran dominio del escenario como Elsa y Elmar, quien con su dulzura nos transportó con suaves notas a pasados inciertos en que vivimos el primer amor, rompiendo ese ritmo con un cover muy original de la Factoría que hizo bailar; en contraste, a Immasoul, la cantante mezzo-soprano que usa las diversas tesituras de su voz como la herramienta más perfecta y poderosa para comunicar su sentir respecto al desarrollo de la sociedad, haciendo de la música de protesta algo digno en qué poner atención; o con la de Lauren Mayberry de CHVRCHES, que saltando de un lado del escenario a otro con ráfagas de explosiones coordinadas con su voz, nos demostró su capacidad de dominar un escenario y a una audiencia que clamaba a gritos “The mother we share”, cerrando su número despidiéndose con un sombrero charro para homenajear al país.
El número de Two Feet arrancó suspiros y desató los más salvajes pensamientos. Tomando al público desprevenido y con un atardecer que ya había iniciado su paso a la noche, hizo a esa guitarra muy suya, elevando las notas a un cielo que amenazaba con digerirlo, tan delicioso de escuchar que debería ser ilegal.
La música electrónica dominaba el festival, Danno Summer, Honee, Dan García, Metrika, Breakbot, Lee Foss, entre otros, hacían un cóctel más que refrescante para bailar, apto para todos los gustos. De esto, lo más destacable:
Dan García tocando entre fuentes de agua en la hermosura clásica del jardín italiano. Metrika, con Diego Ceballos realizando atrevidas combinaciones entre tech house y techno, pero con el placer y la seguridad que brinda la experiencia de un atardecer mórbido de color naranja, que no esperabas ver en tu vida y que, sin embargo, jamás podrías olvidar. Todos bailando al borde del paroxismo con Lee Foss y Breakbot, éste último con una espléndida dirección de su acto yendo de lo funky a lo house y tomando el micrófono para cantar en vivo cuando el público lo demandaba.
¿The chainsmokers como preludio a Disclosure? ¿Esto era seguro? No para los zapatos, ni para el pasto, pero sí para el ánimo del público, porque cuando los neoyorkinos tocaron “Closer”, ya no había marcha atrás para lo que se había iniciado. Estelas de humo se proyectaban desde el escenario y brazos al aire agitándose frenéticamente siguiendo el ritmo disfrutaban sin parar.
Mientras tanto, Honne terminaba su acto en el Claro Música para recibir a Disclosure, el dueto que vino a continuar las feroces erupciones que ya estaban engendradas en el dancefloor; sorpresivamente el escenario escupió fuego y con él, el hormigueo, la excitación, "Latch”. Cuando el fuego hubo cesado, la mayoría se esfumaron con él presas del cansancio, con una de las mejores noches de sus vidas en los bolsillos.
En resumen, Festival Vaivén se perfila como una metrópolis dedicada a la comunidad, el arte, la expresión del individuo y la autodependencia, esto lo respalda los 22 mil asistentes que llegaron a disfrutarlo y que seguramente querrán ser testigos de su próxima edición.
Texto y fotos por Karla Fajardo.
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