Con más de dos horas sobre el escenario y treinta canciones, Fobia hizo vibrar el Palacio, dejando completamente satisfechos a cada uno de los espectadores.

No hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se venza; congregando a diecisiete mil personas de todas las edades en el Palacio de los Deportes llegó tan esperado día, era momento de festejar, festejar a la banda y a los cómplices que han estado acompañando a la agrupación a lo largo de sus treinta años de carrera, una gran vibra y emoción se sentía en el ambiente.

Catalina Creel fue la encargada de anunciar que El Diablo era la canción elegida para arrancar la noche y fue así como aparecieron de entre las sombras Iñaki, Leonardo, Cha, Jay y Paco; los gritos de entusiasmo no se hicieron esperar, los asistentes estaban felices de volver a ver a Fobia después de mucho tiempo. La noche apenas estaba empezando. Dos Corazones, Dios Bendiga a los Gusanos, Plástico, Camila, La Iguana y 200 sábados fueron las canciones que iban encendiendo los motores y dieron pauta para que Leo brindara la bienvenida oficial y agradeciera a cada uno de los espectadores:

 “Bienvenidos todos, gracias por estar esta noche con nosotros, hace treinta años decidimos formar un grupo de amigos que querían cambiar las cosas, que no encontraban una voz en los medios de comunicación y para sorpresa de nosotros; Fobia se ha convertido en algo mucho más grande que una banda de rock, ahora es un estilo de vida. Nos ha ayudado a conectar con los demás, con nuestra gente, siempre hemos sentido que nuestros fans no son fans, sino cómplices; cada vez somos más y esta fiesta es para ustedes”

Muchos más temas fueron coreados con toda la intensidad que la velada ameritaba, los favoritos sin duda fueron los grandes clásicos como Cumpleaños, El Microbito, No Eres Yo, Revolución Sin Manos; en esta última la banda hizo una pausa y todo aparentaba que era el final, pero sólo se trataba de un descanso para regresar e interpretar hits como Regrésame a Júpiter, Sacúdeme, Hipnotízame y Vivo; logrando un desborde de emociones y el éxtasis total por parte de los asistentes.

Cerca de la medianoche ahora sí ya era la recta final del concierto, los músicos salían del escenario una vez más, todos sabíamos que todavía no podía terminar y en efecto; la banda re apareció para cerrar con broche de oro e interpretar Brincas, Veneno Vil y Hoy Tengo Miedo.

Texto por Itzel Roman. Fotografías cortesía Ocesa, Lulú Urdapilleta.