Yeah Yeah Yeahs iluminó el Teatro Metropólitan
20:04
La noche del 30 de junio, el Teatro Metropólitan recibió a los Yeah Yeah Yeahs, la banda de Nueva York que está recorriendo el mundo con la gira Hidden in Pieces.
Desde muy temprano, y como siempre sucede en la marquesina del recinto, se anunciaba que esta noche era de los Yeah Yeah Yeahs. De a poco, la fila del público iba creciendo, mientras —sorprendentemente— la lluvia respetó y no se hizo presente de forma considerable en la zona. Fue cerca de las 8 de la noche cuando el acto abridor, Luisa Almaguer, subió al escenario para mostrar, durante más de 45 minutos, canciones de su proyecto de rock experimental.
El boleto marcaba las 9 de la noche y los neoyorquinos no aparecían, lo que ya tenía muy impaciente al público que prácticamente había llenado este hermoso teatro, hasta que, por fin, cerca de las 9:30, las luces se apagaron y, en medio de una luz violeta, se iluminó la figura de Karen O, y detrás de ella y a su lado, el resto de la banda, incluídos los elementos instrumentales adicionales que son parte de esta gira.
Este show, como todos los de su actual gira, es distinto a lo que nos tiene acostumbrados la banda, pues se incorporan elementos de piano, chelos y otras texturas sonoras acústicas que robustecen cada uno de los temas y los hacen lucir más crudos, sin perder la esencia de cada canción. Muchas de ellas normalmente no son interpretadas en un show regular, pero para esta gira se han elegido algunas que casi no suenan en vivo, para deleite de los fans más entregados.
El show comenzó con Blacktop y, de inmediato, Karen O conectó con el público. Lo demás se dio de forma natural: un show electroacústico que era casi un Unplugged en vivo, sin duda una manera diferente de apreciar a los YYYs. Fue en la tercera canción, Gold Lion, cuando todos se pusieron de pie para no volver a sentarse. Así continuaron Cheated Hearts, Runaway, Skeletons, Spitting Off the Edge of the World.
Nunca deja de asombrar la increíble capacidad de Karen O para dar vida a cada canción con el juego de su vestuario y sus movimientos sobre el escenario, ni qué decir de su extraordinaria voz, que en esta gira luce aún más, junto al poder de los tambores de la batería.
A veces de pie, a veces sentada, Karen O y su hipnótica interpretación, que se iluminaba entre azul y rojo, seguían deleitando canción tras canción al público, con Turn Into, Maps y Y Control, quizás el momento clímax de la noche, con todos cantando de la manera más sentimental posible. Finalmente, la banda dejó unos minutos el escenario para volver y cerrar este corto pero muy satisfactorio concierto de hora y cuarto —que se fue como agua— con Burning y Zero.
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