Iron Maiden en Estadio GNP
20:33Iron Maiden regresó a la Ciudad de México como parte de su Future Past Tour, reencontrándose con su ejército de fans capitalinos para ofrecer un concierto inolvidable en el Estadio GNP.
Aunque la tarde estuvo marcada por una ligera lluvia que dejó el ambiente algo frío, el calor humano y la energía al interior del estadio comenzaron a subir poco a poco. La noche prometía heavy metal de la más alta calidad, y los asistentes no estaban dispuestos a que nada arruinara la experiencia.
La actividad comenzó puntualmente a las 6:30 de la tarde, cuando los primeros acordes de los mexicanos Ágora resonaron en el estadio. Considerados por muchos como la banda de metal más representativa de México, ofrecieron un inicio sólido que encendió los ánimos. A continuación, fue el turno de Disturbed, quienes, con su característico estilo, se consolidaron como un preámbulo de lujo para la noche que estaba por venir.
El boleto indicaba que el show de Maiden comenzaría a las 8:50, pero la espera se extendió casi media hora más. Durante ese tiempo, la tensión y la emoción entre los asistentes eran palpables. Finalmente, cuando el sexteto británico apareció en el escenario al ritmo de su icónica doble introducción, Doctor Doctor y Blade Runner, el estadio entero estalló en euforia. A partir de ese momento, con Caught Somewhere in Time y Stranger in a Strange Land, la maquinaria de riffs y solos tomó el control y no se detendría en toda la noche.
Bruce Dickinson, fiel a su estilo, se mostró muy participativo durante todo el espectáculo. Interactuaba constantemente con el público, animándolos a corear las clásicas porras mientras él y el resto de la banda respondían con gestos teatrales y sonrisas cómplices. Todo esto complementaba un show de dos horas que brilló por su sonido impecable, los emocionantes solos de guitarra y la energía desbordante que caracteriza a Iron Maiden.
La banda mantuvo su tradicional respeto por el setlist de su actual gira, lo que permitió a los asistentes disfrutar de temas como The Time Machine, The Prisoner y Can I Play with Madness, siendo esta última una de las más coreadas de la noche. Más adelante, llegó el esperado enfrentamiento entre Bruce y Eddie, una escena emblemática que nunca deja de sorprender a los fans.
Cuando parecía que el concierto estaba llegando a su fin, aún quedaban momentos memorables por vivir. Con Fear of the Dark, uno de los temas más esperados, el estadio se iluminó con los más de 60 mil teléfonos al aire, creando una atmósfera mágica que se quedó grabada en la memoria de todos los presentes. Y para cerrar con broche de oro, la banda interpretó Iron Maiden, desatando la energía acumulada antes de dar paso al encore. Este incluyó Hell on Earth, The Trooper y Wasted Years, con los cuales la banda selló una noche épica que será recordada por años.
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