Pocas veces los músicos llegan a tener una conexión tan profunda e impactante como la que se puede notar entre Lana del Rey y su público, ya que esta desató una oleada de emoción entre los fanáticos que habían esperado ansiosamente su actuación. Se dieron cita desde muy temprano para ser de los primeros en llegar y estar lo más cerca posible de la artista, entre gafas con forma de corazón muy al estilo Lolita, flores en el cabello y outfits muy coquetos, se podía sentir la emoción.

Minutos después de las 9:00 pm en que Lana pisó el escenario, con su característico estilo vintage portando un vestido blanco simulando a una novia, con un velo muy largo y una elegancia cautivadora, Lana del Rey comentó que era un sueño estar en el recinto y demostró por qué es considerada una de las artistas más influyentes de su generación. Convirtiendo en una inolvidable y mágica presentación, ya que la cantante transportó a la audiencia a un mundo de ensueño con su voz hipnótica.

Acompañada por unos músicos impecables y una producción visual deslumbrante, Lana Del Rey interpretó una selección de sus éxitos más emblemáticos y algunas canciones de su último álbum. Su voz, suave y melancólica, llenó cada rincón del Foro, creando un ambiente íntimo y emotivo que envolvió a la multitud, entre felicidad y llanto de emoción.

Uno de los momentos más destacados de la noche fue cuando Lana interpretó "Summertime Sadness". El público coreó cada palabra y cada canción siguiente, creando una conexión mística, los visuales de fondo, que oscilaban entre imágenes nostálgicas y escenas oníricas.

Lana Del Rey también demostró su habilidad para evocar una amplia gama de emociones. Desde baladas melancólicas hasta canciones más enérgicas y bailables, la artista llevó a la audiencia en un viaje emocional a través de su catálogo diverso.

El momento culminante llegó con su interpretación de "Video Games", una canción que la catapultó a la fama y que resonó profundamente en el corazón de todos los presentes. La energía del recinto era palpable mientras los fans se unían en un coro apasionado.

La noche estaba próxima a terminar, con una Lana del Rey contenta y agradecida con sus seguidores por acompañarla durante todos sus años de carrera, comentando que México tenía su corazón, provocando gran emoción entre los asistentes, incitándolos a corear "Lana, hermana, ya eres mexicana".

El concierto fue una experiencia que mezcló la nostalgia, la pasión y la elegancia en una actuación que seguramente quedará grabada en la memoria de todos los afortunados que tuvieron la oportunidad de presenciarlo. Una noche mágica llena de música que tocó el alma y recordó por qué Lana Del Rey sigue siendo una fuerza influyente en la música pop contemporánea.

Texto, Itzel Román. Fotos, cortesía OCESA.