Definitivamente pocos son los músicos que conectan de una manera tan especial con sus seguidores y esta no fue la excepción ya que Florence Welch y su máquina se encargaron de ‘curar el alma’ de los espectadores a través de una hipnotizante voz e impecable ejecución. Siete años de ausencia se hicieron notar ya que la entrega entre los músicos y el público fue notable.

La encargada de ir calentando el escenario fue la estadounidense Beth Ditto, que con gran aceptación brindó un corto y encantador show, pero eso no era suficiente; todos anhelaban ver ya en acción a Forence and The Machine y así fue en punto de las ocho treinta de la noche, los integrantes de la banda fueron apareciendo uno a uno, la última en salir a escena fue Florence, usando un hermoso y transparente vestido, subió al escenario descalza como una dulce musa que llegó para alborotar el Palacio de los Deportes e iniciar la presentación interpretando ‘June’ y después saludar a los asistentes con unas cuantas palabras en español ‘Hola México, somos Florence y la Máquina ¿quieres bailar conmigo?’ la cara de emoción de Florence era notoria mientras se contoneaba de un lado a otro para seguir con el espectáculo con  ‘Hunger’, Ship to Wreck’, ‘Only if for a Nigth’, ‘Queen of Peace’ y ‘Patricia’.

El recinto ya había sido tomado por la energía de la banda, sonaba ‘Dogs Days Are Over’ cuando Florence pedía a los asistentes que guardaran sus celulares y se dedicaran a disfrutar el concierto; la música no paraba con canciones como ‘Jenny of Oldstones’, ‘100 Years’ y ‘Moderation’ tema con el que la cantante sorprendió a sus fans bajando del escenario para saludarlos. La velada seguía al ritmo de ‘You Got The Love’, ‘The end of Love’, ‘Cosmic Love’ y ‘What Kind of Man’ en estas últimas canciones Florence incitó al público para abrazarse unos a otros, generando un ambiente de paz mientras se alumbraba el lugar con las lamparitas del celular.

El final estaba cerca, ya que la banda decidió tomarse unos minutos para descansar y regresar a cerrar con broche de oro con ‘No Choir’, ‘Big God’ y ‘Shake It Out’. Dejando más que satisfechos a los asistentes ya que este concierto se convirtió en todo una experiencia y un recordatorio de que todo puede estar mejor gracias a la música.

Texto de Itzel Roman. Fotos por Lulú Urdapilleta, cortesía OCESA.