Mientras algunos disfrutaban el primer día del Domination MX, otros se encargaron de vivir a flor de piel el espectacular show que brindó este dueto americano en Palacio de los Deportes, ya que Tyler Joseph y Joshua Dun se encargaron de hacer vibrar cada fibra del reciento; no sólo por el impecable sonido en su ejecución, sino por complementar el show con efectos visuales extraordinarios y sorprender a cada uno de los asistentes a lo largo de la velada.

La noche inició al ritmo de los riffs de Saint Motel, quienes fueron bien recibidos por el público mexicano en lo que los chicos de Twenty One Pilots hacían su aparición; al finalizar la presentación de los angelinos, un telón negro cubrió el escenario y la expectativa era mayor ya que todos los fanáticos se encontraban ansiosos por ver a la banda en acción; los gritos de ‘Twenty One Pilots, Twenty One Pilots, Twenty One Pilots’ no se hacían esperar.

Minutos después de las nueve de la noche el telón negro cayó y un hombre con una antorcha aparecía, resultando ser Joshua Dun mientras que en el fondo del escenario un auto y llamas se volvieron la combinación perfecta para dar aparición a Tyler Joseph. La primera canción en sonar fue ‘Jumpsuit’ seguida de ‘Levitate’ y ‘Fairly Local’ en la que el vocalista logró asombrar al publicó, ya que ascendió en una rampa y al dejarse caer apareció en un pasillo de la sección E, provocando gran revuelo y desconcierto en los espectadores.

Mientras que en las pantallas aparecía el clip de ‘Today’s Your Day’ Joseph regresaba al escenario para interpretar ‘Stressed Out’ portando el clásico gorro rojo enloqueciendo al público, dando pauta a ‘Heathens’ canción que forma parte del soundtrack de la película ‘Suicide Squad’ siguiendo de unas cuantas palabras de agradecimiento al público “Hemos estado esperando mucho esta noche, la Ciudad de México es uno de los lugares con más fans, así que vamos a pasarla bien”.

En medio de gritos eufóricos y visuales con flores el vocalista invitó al público a corear las palabras ‘yeah!, ye!, yeah!’ improvisando con su ukelele para continuar con el show al ritmo de ‘We Don’t Believe What’s On TV’. La felicidad de los jóvenes asistentes era uno de los principales elementos en la velada, que no paraba; al compás de ‘The Judge, ‘Lane Boy’ y ‘Nico And The Niners’, tema en el que la agrupación sorprendió con una serie de luces desplegándose en medio del aforo, fungiendo como una especie de puente conectando el escenario principal con un pequeño escenario en medio de la pista en el que sonaron ‘Neon Gravestones’, ‘Bandito’ y ‘Pet Cheetah’.

Los músicos regresaron al escenario principal para que Joshua iniciara un duelo de batería con una versión virtual de él mismo, dejando anonadados a todos por la precisión en su ejecución siguiendo con ‘Holding On To You’, ‘The Hype’, ‘Ride’, ’My Blood’, ‘Morph’, ‘Cut My Lip’ y una de las consentidas ‘Car Radio’; todo aparentaba que el final estaba cerca, las luces se apagaron, los chicos salieron del escenario y en las pantallas aparecía la letra de ‘Truce’ coreada por el aforo, haciendo vibrar el recinto como una especie de llamado a Twenty One Pilots.

Y en efecto, la banda apareció para desbordar energía con ‘Chlorine, ‘Leave The City’ y ‘Trees’. Enloqueciendo a chicos y grandes, con un final memorable ya que pocas veces se puede ver a los interpretes sobre el público y en el caso de Joshua Dun tocando la batería sobre una base sujetada por sus seguidores completamente vueltos locos por la acción.
Dos horas de un conciertazo, fue lo que este par de músicos se encargaron de brindar a los asistentes; enloqueciendo a todos los espectadores por tan esplendido espectáculo que brindaron, sin duda, una gran experiencia que esperamos se repita pronto.

Texto por Itzel Román / Fotos cortesía Chino Lemus, OCESA.