León Larregui llevo por un viaje cósmico al Auditorio Nacional con su Prismarama Tour.

El recinto de Reforma se convirtió en el epicentro de una experiencia musical única y cósmica gracias a la presentación de León Larregui, ya que el cantante mexicano ofreció un concierto que dejó a todos los asistentes en un estado místico espacial, envueltos en una atmosfera de buena vibra y tranquilidad al ritmo de la música.

Desde el primer acorde de ‘Oh Sunny Days’, Larregui supo cómo hipnotizar a la audiencia en una atmósfera mágica y etérea creada por su banda y la voz inconfundible del cantante transformaron el recinto en un rincón donde el tiempo parecía detenerse. Lo que hizo especial este concierto fue la interacción constante y bromista por parte de León con todos los asistentes. Entre canción y canción, compartió anécdotas, chistes y ocurrencias que arrancaron carcajadas y aplausos. Esta conexión cercana entre artista y seguidores hizo que la noche se sintiera más íntima y personal.

El repertorio fue una mezcla ecléctica de éxitos de Larregui, desde ‘Carmín’, ‘Mar’, pasando por joyas como ‘Chromocosmic Avenue’ y ‘Femme Fatal’ canción que no había sonado desde 2013, sin dejar de lado sus ya clásicos tales como ‘Como tú y ‘Souvenir’, provocando que cada canción llevase al público a un viaje a través de letras introspectivas y sonidos cósmicos y visuales envolventes.

En el encore, el público fue sorprendido con un espectáculo aún más deslumbrante, ya que la velada se sentía por terminar, pero ese último grupo de canciones emocionaba más a los asistentes y al ritmo de ‘Prismarama’ desató revuelo para ser coreada, siguiendo de ‘Resguardum Ether’ y ‘Su Majestad la Eternidad’, las cuales mantuvieron llenos de emoción a los asistentes, y luego el concierto se transformó con ‘Amantes’ y ‘Tripulantes’.

Uno de los momentos más destacados llegó con la fusión de ‘Incendio de Amor’ y ‘Carmelita’ que hizo que el público se entregara por completo a la música y la energía del momento y finalmente, con ‘Locos’, cerrando la noche de manera emotiva y apasionada, dejando completamente enamorados a todos los asistentes.

El concierto en el Auditorio Nacional fue una experiencia única e inolvidable, con una atmósfera pacheco espacial, se pudo ver a un cantante bromista y muy interactivo con el público, feliz de presentarse ante el público y un setlist que incluyó un par de sorpresas que no sonaban desde hace tiempo, demostrando una vez más por qué León Larregui es uno de los artistas más queridos de la escena musical mexicana.