Se realizó la octava edición del Corona Capital, el cual es el único festival de México en traer talento cien por ciento de importación, convertido ya en el evento musical insignia de la marca en la Ciudad de México.

Esta edición fue diferente, no había un claro headliner, los nombres sobresalientes eran varios y el que parecía importante para cierto sector del público no lo era tanto para otros. Sin embargo, podemos decir que se logró un cartel muy bien balanceado entre propuestas fuertes y alternativas que daba para satisfacer a todo tipo de oídos.

Durante los dos días de festival el clima fue favorable, no hubo lluvia y el calor de las tardes con el frió de las noches templaron de forma perfecta el ambiente, resultando muy cómodo para todos los que por dos días llenaron y convirtieron al Autódromo Hermanos Rodríguez en el centro de atención sonoro nacional.

Grandes momentos quedarán en la memoria de esta edición, algunos tan emotivos como el show en el escenario Corona de los hermanos Mael de Sparks, quienes entre lagrimas propias y de sus fans dieron clase del mejor rock que puede hacer una banda veterana que ama lo que hace sin importar nada. También Panic! at the disco, dando un show de primer nivel en producción que prácticamente estalló cuando Brendon Boyd y su banda recrearon de la forma más oportuna que puede existir el tema Bohemian Rhapsody de Queen.

De igual forma Lorde, quien demostró el enorme poder de atracción que tiene hacia sus fans, pues con su sola presencia logró hipnotizarlos durante todo su set, al mismo tiempo que los Friendly Fires le prendían fuego a la pista del enloquecido rave que armaron en el escenario Levis, mientras The Kooks le cumplía un tanto a medias a sus fans que no pararon de corear sus temas. Mención aparte para The Chemical Brothers, quienes protagonizaron la fiesta de la noche en el escenario Light antes de que el inglés Robbie Williams hiciera lo que quisiera sobre el escenario principal al filo de la media noche, cerrando así las actividades del día sábado.

Para el domingo, actos como el de The New Regime, banda de Ilan Rubin que abrió las actividades del escenario Bunker y K. Flay, quien supo bailar improvisadamente para salir adelante de las fallas de audio que presentó su set y terminar tumbada sobre el piso frente a los aplausos de su público. Ya de noche, Superorganism y luego Chvrches mantuvieron la atención por completo en interpretaciones cercanas a la perfección, las cuales antecedieron a la magia que mostraría MGMT ante sus seguidores.

Por otro lado, un tremendo y potente show de otro mundo de NIN con un Trent Reznor luciendo como en sus mejores años. Todo para terminar con unos esplendidos New Order que aprovecharon para recordar momentos de Joy Division, y finalmente Imagine Dragons con el set más largo del festival que incluyó una breve versión de "Cielito Lindo" y todos sus éxitos.

Así terminó Corona Capital 2018, un mar de música, público y patrocinadores, solo para dar inicio a la espera por el de 2019, el cual promete hacer girar la gran rueda de la fortuna musical aún más fuerte.