En esta ocasión, la espera fue larga. Los fans del cantante zaragozano llevaban dos años sin ver en vivo a su ídolo.

Hasta hace un año, parecía que esto nunca sucedería, ya que Enrique Bunbury había anunciado su retiro de los escenarios debido a problemas de salud. Sin embargo, poco después anunció la serie de conciertos "Únicos" que lo traerían de regreso a México, un evento que por fin se concretó la noche del 8 de junio en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

El código de vestimenta no escrito para esta nueva cita con Bunbury era claro: atuendo negro y sombrero opcional. Aunque al outfit rockero se le tuvo que agregar impermeable, pues la intensa lluvia que afectó la capital desde poco antes de la apertura de puertas a las 6:30 de la tarde no cesó. Era casi como si fueran lágrimas de felicidad de las 60 mil almas presentes, que literalmente inundaron la curva 4. Esto también provocó un retraso de media hora en el show, tiempo en el que el personal del recinto tuvo que despejar el agua de la zona con la ayuda de jaladores.

Minutos después de las 9 de la noche, salió entre acordes de "Nuestros mundos no obedecen a tus mapas", Bunbury, como ahora le gusta que le llamen al músico español. Tan elegante y sobrio, pero a la vez tan enérgico como siempre, su semblante reflejaba verdadero entusiasmo y felicidad por reencontrarse con un público al que pensó no volvería a ver. Entre gritos de "¡Enrique, Enrique...!", lo recibieron con las manos levantadas, sin importar que llevaban más de dos horas bajo la lluvia. Todo había valido la pena para vivir este momento.

El setlist duró dos horas, con un total de 19 canciones y cinco más en el encore, durante las cuales Bunbury interactuaba con el público, dándoles las gracias, expresando su emoción por regresar al país y adelantando que pronto podría haber un nuevo concierto. Esta noche hizo honor al nombre de la gira: fue un concierto único en el que se repasó la historia musical de Bunbury con temas como "Cuna de Caín", "Invulnerables", "El extranjero", "La actitud correcta", "Entre dos tierras", "Lady Blue", "Maldito duende" y "...Y al final", con el que se despidió entre fuegos artificiales, con la promesa de que nos volveremos a ver.