Panteón Rococó celebró sus Días de Panteón
18:44
Este evento, que terminó convirtiéndose en un festival multicultural, incluyó ofrendas y activaciones en honor al Día de Muertos. Fue un esfuerzo de la propia agrupación, que se encargó de seleccionar el cartel de artistas que los acompañarían en estas dos noches.
El sábado, miles de personas se congregaron temprano en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México para vivir esta experiencia única que Panteón Rococó les había preparado. A las 5:45 en punto, la primera banda invitada, los alemanes de Kraftklub, apareció en el escenario, sorprendiendo a aquellos que ya habían ingresado con su indie rock, lleno de carisma por parte de su vocalista Felix Brummer y una energía que merecía un público más numeroso. A pesar de ello, fue una oportunidad para apreciar un show muy bien ejecutado de una gran banda.
La gente continuaba llegando poco a poco después de recorrer el largo camino de al menos dos kilómetros que separaba la entrada del parque de la zona del lago, donde se instaló el escenario. Cerca de las 8 de la noche, fue el turno de la artista inglesa Hollie Cook, una de las principales exponentes del reggae contemporáneo, que ofreció un espectáculo lleno de buenas vibraciones, sensualidad y una elegante mezcla de ritmos cadenciosos que pusieron al público en el ambiente adecuado en anticipación a la presentación de Panteón Rococó.
El punto débil del festival se presentó con la tercera banda invitada, Easy Star All-Stars, quienes debían subir al escenario a las 8:30 de la noche, pero lo hicieron casi una hora después debido a fallos en la ingeniería de audio. Esto provocó abucheos y rechiflas por parte de un público desesperado que, para esa hora, ingresaba en masa y ya estaba cerca de llenar la explanada. No obstante, el conjunto neoyorquino interpretó finalmente un buen set que incluyó versiones en estilo reggae-dub de temas clásicos.
La noche se acercaba a su fin, y así apareció Panteón Rococó para deleitar a su devota audiencia. Dr. Shenka y su banda se tomaron un momento para agradecer al público y enviar buenas vibras a los que ya no están. Interpretaron un setlist lleno de clásicos que no podían faltar, como 'Arréglame el alma', 'Esta noche', 'El último ska', 'Quiero bailar contigo', una versión de 'Acábame de matar', 'La carencia', 'Vendedora de caricias' y, como broche de oro, 'La Dosis perfecta', el himno que continuó resonando en la mente y los labios de todos aquellos que se retiraron cerca de la medianoche en medio de colores de ofrenda, en un largo y oscuro camino con olor a petricor, habiendo saciado una vez más su deseo de ver 'al panteón', esta vez bajo un cielo adornado por una luna llena iluminada en todo su esplendor que le hizo honor al dicho que dice: 'las lunas de octubre son las más hermosas'.
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